El pasado domingo 10 de agosto se publicó en El Periódico de Catalunya una columna de opinión en el marco del monográfico lanzado por el rotativo barcelonés sobre la Rambla de Barcelona y posibles soluciones para recuperar para la ciudadanía tan mítico espacio. He aquí el texto completo: Pasto del turismo En los últimos años la Rambla ha devenido para los barceloneses una especie de trinchera, una tierra de nadie, un mal necesario que hay que atravesar (a poder ser, a paso ligero) para ir del Gòtic al Raval, o viceversa. Abandonada a su suerte tanto por el Ayuntamiento como por la ciudadanía, el mítico bulevar es hoy pasto del turismo de masas y de la impersonalidad imperante, todo hay que decirlo, en muchas otras ciudades europeas -véase Venecia- vendidas a los souvenirs a modo de panacea para combatir crisis. Hace tiempo que en la Rambla ya no hay “senyores amb paraigües que diuen 'Hola, què tal'?”, como diría Quimi Portet. En su lugar, el crucerista de turno puede
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