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Mostrando entradas de noviembre, 2015

Galicia vs. Galiza

O presente artigo foi publicado no blog o 21 de novembro de 2012. Dado o seu contido, considerei apropiado traducilo ao galego. Para leer la versión en castellano, haga clic aquí . Hai unhas semanas, paseando polo centro de Vigo topeime cunha pintada en galego que rezaba "29M FOLGA XERAL" alentando a seguir a folga xeral que tivo lugar o pasado 29 de marzo no que ata agora vén sendo España. A cousa non tería sido máis que unha anécdota pouco memorable se non fóra porque esa mesma mañá, e a poucas rúas de distancia de onde se encontraba o anterior grafiti, puiden ler outro escrito de similar contido pero visualmente moi distinto: "29 MARÇO GREVE GERAL". O idioma utilizado era de novo o galego, pero nesta ocasión na súa versión reintegracionista, é dicir, seguindo a norma ortográfica portuguesa e tomando vocábulos propios daquela fala. Foi chegado a este punto cando me deu por cavilar acerca desta especie de "limbo ortográfico", se se me permite t

Desgrasiadas, simberguwensas y pinindihos

Dicen que en Filipinas, hasta que llegamos los españoles en el siglo XVI, no disponían de una palabra para designar el concepto «problema». Se quiere dar a entender con esto que exportamos ambas cosas: el concepto y su correspondiente palabra para nombrarlo. Es cierto que después de que  Miguel de Legazpi  y compañía pusieran el pie en el archipiélago, «problema» empezó a formar parte de ese 30% de vocablos de raíz española que se fueron incorporando al léxico del tagalo .  Pero los nativos de aquellas islas sí que conocían disgustos y preocupaciones antes de nuestra arribada, y disponían de un vocablo,  suliranin , para hablar de ellos. La incorporación del término hispánico, cuando allí contaban ya con uno propio con el mismo significado, puede que tuviera que ver más con nuestra idiosincrasia que con las circunstancias históricas de los habitantes de aquella parte del sudeste asiático.  Quizás la palabra  suliranin  era apenas utilizada entre unas gentes cuyo lema vital ha sido s

Los menorquines de Florida

Estatua en homenaje a la emigración menorquina a Florida Si uno llega a la cima del monte Toro , el punto más elevado de Menorca (358 metros), podrá admirar, además de unas excepcionales vistas panorámicas de toda la isla, un peculiar conjunto escultórico erigido durante la década de los 60 que rememora un curioso hecho histórico que marcó el devenir del lugar: la presencia menorquina en Florida. En efecto, dicha estatua, regalada por un floridano de origen menorquín llamado Xavier L. Pellicer, representa, entre otros, al sacerdote Pere Camps , natural del municipio de Es Mercadal , quien en 1768 puso rumbo a las Américas junto a un millar de menorquines. Por aquel entonces Menorca era un territorio bajo soberanía británica, como consecuencia del Tratado de Utrecht que puso fin a la guerra de Sucesión española. Por su parte, la península de Florida había pasado a formar parte del Imperio británico en 1763, cedida por España. Estos avatares históricos seguramente propiciaron