Ir al contenido principal

Por una ley de lenguas en España

Recientemente la lingüista y escritora catalana Mercè Vilarrubias ha publicado de la mano de ediciones Deusto un interesante ensayo de meridiano título "Por una ley de lenguas- Convivencia en el plurilingüismo". La autora, que además ejerce la docencia como catedrática de lengua inglesa en la Escuela Oficial de Idiomas de Drassanes (Barcelona), lleva varios años abogando por una nueva aproximación en la legislación de las lenguas españolas, ya sea mediante anteriores obras como "Sumar y no restar", en la que cuestionaba el actual papel de la denominada "inmersión lingüística" en Cataluña, o a través de multitud de artículos sobre cuestiones lingüísticas similares en medios escritos como El Periódico o Crónica Global. El más reciente ensayo de Vilarrubias pretende dar un paso más en el activismo de la autora para proponer una hoja de ruta de cara a la creación de una Ley de Lenguas Oficiales a nivel español. En su obra, la escritora catalana critica el papel más bien pasivo que los distintos gobiernos del PSOE y el PP han adoptado desde la restauración de la democracia en todo lo relacionado a la legislación, la promoción y el uso de las distintas lenguas españolas (a excepción, claro está del castellano).  La autora analiza la situación de los últimos cuarenta años y acierta al decir que los denominados idiomas cooficiales (catalán/valenciano, gallego, euskera y, más recientemente, el aranés) han sido desde la promulgación de la Constitución y los distintos Estatutos de autonomía competencia casi exclusiva de las comunidades autónomas donde éstos se hablan, e incide en el hecho de que algunos gobiernos autonómicos han aprovechado todos los recursos políticos a su alcance para promover a la práctica un monolingüismo en los estamentos oficiales, todo en aras de una supuesta protección del idioma minoritario (y minorizado). La autora pretende con este borrador de ley llegar a un punto de inflexión que ayude a rebajar la tensión que a menudo ha surgido en torno al tema lingüístico, no sin antes criticar el papel de los unos y de los otros en todo este asunto.

Mercè Vilarrubias
Mercè Vilarrubias

Vilarrubias pone el foco, por ejemplo, en la paradoja de que en las comunidades bilingües de España, a diferencia de otros territorios bilingües o plurilingües como Bélgica, Quebec o Suiza, se da la circunstancia de que son los ciudadanos los que parecen tener obligaciones para con sus administraciones autonómicas en lo que a lengua respecta, y no al revés. En otras palabras, a menudo en las comunidades autonómicas bilingües (la autora destaca, en especial, Cataluña y Baleares donde el catalán es el idioma preponderante, por no decir exclusivo, de la administración autonómica) son los administrados los que deben adaptarse y cambiar de idioma a la hora de tratar con la administración, que es la que sorprendentemente se erige con el derecho lingüístico de elegir en qué idioma dirigirse o escolarizar a los ciudadanos a los que ha de servir. Precisamente, la autora destaca a lo largo del libro el concepto de "derechos lingüísticos" de los ciudadanos (y las correspondientes "obligaciones" de la administración) y aboga por un desarrollo progresivo del mismo para poder garantizar la protección de la diversidad lingüística. Asimismo, critica que se lleve décadas hablando de "idiomas propios" y no de "lenguas maternas". En lo concerniente al Estado, si bien se congratula por el bilingüismo imperante en la llamada administración periférica desde hace casi tres décadas, la lingüista catalana  se lamenta por el hecho de que esta manera de operar totalmente bilingüe no se haya sabido explicar al gran público, por lo que para muchos es un dato totalmente desconocido aún hoy en día.

La ley que propone Vilarrubias aboga por que todos los idiomas cooficiales pasen a ser considerados lenguas de Estado y que sea precisamente el Estado el actor lingüístico principal y activo que promocione y garantice el derecho  por parte de los ciudadanos a usar cualquiera de los idiomas españoles oficiales. En palabras de la autora, una ley como esta ampliaría los derechos de los hablantes de catalán, gallego y euskera, y a la vez garantizaría los derechos de los castellanohablantes en las comunidades bilingües. Los ejemplos que se dan en la obra son muchos y variados, a la par que precisos (se incluye, incluso, hasta una estimación del gasto económico que supondría hacer de España un país realmente plurilingüe a nivel oficial), por lo que desde aquí recomiendo la lectura de la misma para profundizar en el tema. Sea como fuere, Mercè Vilarrubias es realista y sabe que una ley de lenguas como la que ella propone no verá la luz en el corto plazo, ya que ninguno de los partidos políticos españoles (ni los de ámbito estatal ni los de ámbito autonómico) parece estar todavía por la labor de encauzar este asunto en términos razonables (a la vista está la reciente campaña electoral); por no hablar de que la promulgación de una ley similar requeriría de un cambio constitucional (la autora se refiere, sobre todo, a la modificación de los artículos 3 y 14), algo que, hoy por hoy, parece poco probable.  Sin embargo, la autora aduce que "todos aquellos que pensamos que (esta propuesta de ley) es el camino adecuado para tratar la diversidad lingüística de España debemos seguir diseminando esta idea, explicándola, argumentándola desde diferentes ángulos, para que el consenso en favor de ella sea cada vez mayor". Vaya, pues, desde aquí mi pequeño granito de arena a tan noble causa. 


BIBLIOGRAFÍA:


  • Vilarrubias, Mercè (2019): "Por una ley de lenguas- Convivencia en el plurilingüismo". Ediciones Deusto, Barcelona.

Comentarios

Lo más visto de la semana

"Allévoy": la desastrosa localización de Final Fantasy VII

Allá por 1997 llegó al mercado español un videojuego que habría de hacer historia. El videojuego en cuestión, Final Fantasy VII , supuso en efecto un antes y un después en varios aspectos: fue la aceptación definitiva por parte del gamer  español (y occidental, en general) de un género como el juego de rol japonés (JRPG), hasta entonces con una cuota de mercado más bien reducida; para Sony significó el espaldarazo definitivo para su recién nacida Playstation, que veía consolidado su catálogo con un videojuego que el devenir convertiría en obra de culto; y para los traductores sentó un precedente en la aún incipiente localización de videojuegos. Y no precisamente en el buen sentido... A día de hoy, no hay gamer español que se precie de ser llamado tal al que no le suene el "allévoy" de Cloud, el protagonista del juego. Y es que, por si algún lector despistado aún no se ha percatado, la localización al español de la obra de Squaresoft se convirtió en un ejemplo de cómo no tra

Los tres "idiomas" de Bosnia-Herzegovina

Lingüísticamente hablando, como practicamente en todas los aspectos, Bosnia-Herzegovina se encuentra hoy dividida. Sin embargo, la fragmentación lingüística es solamente simbólica. Hasta la desintegración de Yugoslavia a principios de los 90, el serbocroata era una lengua estandarizada con dos variantes (la occidental o croata, y la oriental o serbia) y dos variedades (la hablada en Bosnia-Herzegovina y la hablada en Montenegro). Las variantes contienen muchas palabras exclusivas e inexistentes en la otra, mientras que las variedades toman elementos de ambas variantes. El serbocroata seguramente se habría dividido en croata y serbio mucho antes si no hubiera sido por la situación multiétnica de Bosnia-Herzegovina. La tesis de "una nación, un idioma" no funcionaba en Bosnia ya que los miembros de todas las naciones hablaban la misma variedad de la lengua bosnia. Nadie podía distinguir a un serbobosnio de un bosnio musulmán o croata tan sólo por su manera de hablar. La leng

Hangeul: el alfabeto coreano

A diferencia de sus vecinos chinos o japoneses, a la hora de escribir los coreanos no utilizan los  ideogramas  que a la mayoría de occidentales se les antojan enrevesados e ininteligibles. En la península coreana cuentan con su propio alfabeto llamado hangeul (o hangul). Se considera uno de los alfabetos más eficientes y concisos del mundo, lo que le ha merecido elogios por parte de muchos lingüistas debido, principalmente, a su funcionamiento científico y racional: "El hangeul debe ser considerado uno de los mayores logros intelectuales de la humanidad." Geoffrey Sampson, lingüísta y profesor, Universidad de Sussex "El hangeul es el mejor sistema de escritura del mundo ya que se fundamenta a partes iguales en principios filosóficos tradicionales y en teorías científicas." Werner Sasse, profesor, Universidad de Hamburgo "El hangeul es el sistema de escritura fonémica más avanzado del mundo y se sitúa por delante del alfabeto latino." Umeda Hi

Soliloquio de Fernanda del Carpio

Rescato en el día de Sant Jordi de hoy este fragmento de la gran obra de Gabriel García Márquez "Cien años de soledad", en el que la altiva y a la vez incomprendida Fernanda del Carpio, mi personaje favorito de la novela, estalla y, a modo de soliloquio, empieza a soltar lo que su viperina lengua ha callado durante tanto tiempo: Aureliano Segundo no tuvo conciencia de la cantaleta hasta el día siguiente, después del desayuno, cuando se sintió aturdido por un abejorreo que era entonces más fluido y alto que el rumor de la lluvia, y era Fernanda que se paseaba por toda la casa doliéndole de que la hubieran educado como una reina para terminar de sirvienta en una casa de locos, con un marido holgazán, idólatra, libertino, que se acostaba bocarriba a esperar que le llovieran panes del cielo, mientras ella se destroncaba los riñones tratando de mantener a flote un hogar emparapetado con alfileres, donde había tanto que hacer, tanto que soportar y corregir desde que amanecía

La lengua de los reyes de Aragón

Hoy en día hablar de la Corona de Aragón es, por diferentes razones, motivo de encendida polémica. Unos y otros han querido ver en esta figura histórica las justificaciones a sus pretensiones políticas: desde el catalanismo soberanista hasta el españolismo más centralista, pasando por movimientos igualmente asimétricos como el pancatalanismo de algunos sectores políticos de Cataluña y el anticatalanismo, éste último en forma de episodios, más o menos anecdóticos, como el del blaverismo valenciano o el de algunas plataformas aragonesas como No hablamos catalán/No charrem català . Así pues, cualquier aspecto relacionado con dicha unión dinástica, como puedan ser la denominación de la misma, su organización territorial o el idioma que hablaban sus habitantes, puede resultar en la actualidad motivo de afrenta, incluso entre los  más doctos en la materia. La cuestión de fondo, cómo no,  se debe a la pretensión contemporánea de querer hacer política de acontecimientos acaecidos hace ya va