Ir al contenido principal

Los tres "idiomas" de Bosnia-Herzegovina

Lingüísticamente hablando, como practicamente en todas los aspectos, Bosnia-Herzegovina se encuentra hoy dividida. Sin embargo, la fragmentación lingüística es solamente simbólica. Hasta la desintegración de Yugoslavia a principios de los 90, el serbocroata era una lengua estandarizada con dos variantes (la occidental o croata, y la oriental o serbia) y dos variedades (la hablada en Bosnia-Herzegovina y la hablada en Montenegro). Las variantes contienen muchas palabras exclusivas e inexistentes en la otra, mientras que las variedades toman elementos de ambas variantes. El serbocroata seguramente se habría dividido en croata y serbio mucho antes si no hubiera sido por la situación multiétnica de Bosnia-Herzegovina. La tesis de "una nación, un idioma" no funcionaba en Bosnia ya que los miembros de todas las naciones hablaban la misma variedad de la lengua bosnia. Nadie podía distinguir a un serbobosnio de un bosnio musulmán o croata tan sólo por su manera de hablar. La lengua hablada por los serbobosnios era mucho más cercana a la de los bosnios musulmanes o croatas que a la hablada por los serbios de Serbia o Croacia. Del mismo modo, los bosnios croatas se encontraban lingüísticamente más cerca de sus vecinos musulmanes y serbios que de los croatas de Croacia. Sin embargo, a raíz de la creación de fronteras étnicas artificiales, los nacionalistas de las tres etnias empezaron a crear también fronteras lingüísticas.

Mapa territorial de las "lenguas" de Bosnia-Herzegovina


El giro más radical en lo que a lingüística política se refiere fue el emprendido por los serbobosnios a principios de la década de los 90 del pasado siglo. Estimulados  por un fuerte deseo de mostrar sus diferencias con sus vecinos musulmanes y croatas, dejaron oficialmente de hablar tal y como habían hecho durante siglos y adoptaron en su lugar la variante serbia, basada en el dialecto belgradense. El cambio ha tenido resultados tragicómicos. En la televisión pública, miembros de la élite política parecen semianalfabetos al esforzarse por hablar de una manera que les es poco familiar. De igual modo, el parlamento serbobosnio adoptó a mediados de los 90 una legislación mediante la cual se estipulaba que la única variante de uso oficial sería la oriental escrita en alfabeto cirílico. El problema resultó ser que prácticamente ningún profesor serbobosnio estaba cualificado para enseñar el dialecto de Belgrado.

Una consecuencia de dicho cambio ha sido el abandono de un rico patrimonio cultural. Hasta la secesión, el dialecto de la mayoría de serbobosnios había sido el estándard del serbocroata. Toda la literatura serbobosnia, así como toda la poesía épica -motivo de orgullo para sus habitantes- está escrita en ese dialecto. Sin embargo, a raíz de la guerra en Bosnia-Herzegovina, su habla ha sido sustituida progresivamente por el dialecto belgradense, en un intento de demostrar que su identidad nacional subyace en su identidad lingüística, ya que los nacionalistas serbobosnios son de la opinión de que su dialecto materno ha de ser una parte de su identidad territorial bosnia, por lo que prefieren escoger un dialecto exclusivo de los serbios.

La pureza lingüística también es de vital importancia para los serbobosnios. Durante estos años se ha intentado borrar del idioma todas las palabras de origen turco y "croata"; no obstante, sin palabras tomadas del turco, no podrían referirse a cosas tan básicas como calcetines, azúcar, tabaco, algodón, jabón, martillo, bolsillo, limón o incluso su arma favorita: el cañón.

Por su parte, los croatas de Bosnia ahora aseguran hablar croata. Sin embargo, mientras los croatas que viven en zonas urbanas de Bosnia hablan igual que sus vecinos musulmanes y serbios, los croatas de Herzegovina, bajo la influencia de los medios de comunicación croatas, han sido lingüísticamente "croatizados". A pesar de ello, aún hoy en día tanto a los croatas como a los musulmanes que viven en Móstar (capital histórica de Herzegovina) se les reconoce básicamente por su acento de Móstar, independientemente de la religión de cada cual.

Así las cosas, según la constitución del país, Bosnia-Herzegovina cuenta con tres idiomas oficiales: bosnio, serbio y croata. Asimismo, los alfabetos latino y cirílico comparten el mismo estatus y deben ser utilizados en todas las comunicaciones oficiales. Todo ello no refleja más que el sentir popular de la población; según el censo realizado en 2013, el 52,86% de los ciudadanos del país declaró el bosnio como su lengua materna, un 30,76% optó por el serbio, un 14,6% hizo lo propio con el croata y un exiguo 0,21% no respondió a la pregunta. Nadie, sin embargo, tiene problema alguno a la hora de comunicarse con sus paisanos, sea cual sea la comunidad nacional a la que estos pertenezcan, por lo que no resulta extraño ver a un bosnio, un serbio y un croata teniendo una animada conversación hablando en la lengua que cada uno de ellos denominará de manera diferente, pero a la que todos se referirán de manera ambigua como Naš jezik (nuestra lengua).


ARTÍCULOS RELACIONADOS:
- Macedonia: la inesperada bomba de relojería de los Balcanes
El serbocroata: cuatro idiomas en uno

Comentarios

Lo más visto de la semana

La lengua de los reyes de Aragón

Hoy en día hablar de la Corona de Aragón es, por diferentes razones, motivo de encendida polémica. Unos y otros han querido ver en esta figura histórica las justificaciones a sus pretensiones políticas: desde el catalanismo soberanista hasta el españolismo más centralista, pasando por movimientos igualmente asimétricos como el pancatalanismo de algunos sectores políticos de Cataluña y el anticatalanismo, éste último en forma de episodios, más o menos anecdóticos, como el del blaverismo valenciano o el de algunas plataformas aragonesas como No hablamos catalán/No charrem català . Así pues, cualquier aspecto relacionado con dicha unión dinástica, como puedan ser la denominación de la misma, su organización territorial o el idioma que hablaban sus habitantes, puede resultar en la actualidad motivo de afrenta, incluso entre los  más doctos en la materia. La cuestión de fondo, cómo no,  se debe a la pretensión contemporánea de querer hacer política de acontecimientos acaecidos hace ya va

Élite y el absurdo (o no) de su doblaje al español "latino"

El pasado viernes Netflix estrenó la segunda temporada de Élite , una de las series españoles más populares del catálogo de la plataforma audiovisual estadounidense con el permiso, claro está, de La casa de papel . He de reconocer que, a pesar de ser una serie en la que los clichés y los  déjà vus con respecto a otras producciones abundan, Élite me tiene enganchado. Esas series en las que actores veinteañeros se hacen pasar por adolescentes que anteponen el fornicio y el libre albedrío a los estudios y la Play , y cuyas vidas se ven constantemente asediadas por preocupaciones y problemas más bien propios de treintañeros (para goce y disfrute del televidente), siempre han sido para mí una suerte de placer culpable . Quizás sea por ello que, al igual que ya sucediera con la primera temporada, los ocho capítulos de esta segunda tanda han sido carne de maratón de fin de semana y han pasado ante mí como un suspiro. El mono hasta el estreno de la ya confirmada tercera temporada va

Hangeul: el alfabeto coreano

A diferencia de sus vecinos chinos o japoneses, a la hora de escribir los coreanos no utilizan los  ideogramas  que a la mayoría de occidentales se les antojan enrevesados e ininteligibles. En la península coreana cuentan con su propio alfabeto llamado hangeul (o hangul). Se considera uno de los alfabetos más eficientes y concisos del mundo, lo que le ha merecido elogios por parte de muchos lingüistas debido, principalmente, a su funcionamiento científico y racional: "El hangeul debe ser considerado uno de los mayores logros intelectuales de la humanidad." Geoffrey Sampson, lingüísta y profesor, Universidad de Sussex "El hangeul es el mejor sistema de escritura del mundo ya que se fundamenta a partes iguales en principios filosóficos tradicionales y en teorías científicas." Werner Sasse, profesor, Universidad de Hamburgo "El hangeul es el sistema de escritura fonémica más avanzado del mundo y se sitúa por delante del alfabeto latino." Umeda Hi

Filipinas: el regreso del español en los medios

Entrada a Fuerte Santiago en el distrito manileño de Intramuros De la cima a la sima. Nunca una expresión tan sucinta como ésta había resumido tan bien el periplo del idioma castellano en Filipinas. Tras ser la primera (y por entonces única) lengua oficial del país luego de la declaración de independencia en 1898, el español dejó de ser definitivamente idioma oficial en Filipinas a raíz de la promulgación de la Constitución de 1973, y asignatura obligatoria en las universidades del país en 1987, cuando se aprobó una nueva Carta Magna durante el mandato de Corazón Aquino. Todo ello se debió a varios motivos, pero principalmente a la invasión y colonización norteamericana tras la marcha de la administración española y la consecuente imposición del inglés como idioma de cultura y de la instrucción. Hechos como la práctica destrucción durante la Segunda Guerra Mundial del distrito manileño de Intramuros, morada de gran parte de las familias hispanofilipinas, o el régimen de Ferd