Ir al contenido principal

Pasaporte a Sefarad: misión imposible

Conversando hace unos días con un conocido israelí, y ante su más que correcto y fluido español, no pude evitar preguntarle por sus orígenes familiares. Él me explicó que sus abuelos son turcos, concretamente de Estambul, pero que emigraron a Israel en la década de los 50. Añadió, además, que el castellano lo dominaba por haberlo estudiado y porque en el seno familiar se había conservado el ladino, el castellano medieval que los judíos españoles se llevaron consigo tras su expulsión de España en 1492; un habla que mantuvieron a lo largo de los siglos -en una demostración sin igual de determinación, nostalgia y lealtad a la tierra de sus ancestros-, a la que luego se irían añadiendo palabras y expresiones propias de los idiomas de los lugares a los que fueron a parar las diferentes comunidades.

"¡Entonces eres sefardí!", exclamé agradablemente sorprendido, a lo que mi interlocutor asintió con una sonrisa. Le pregunté entonces si sabía de la ley de reparación histórica aprobada en 2015 mediante la cual los descendientes de los sefardíes, aquellos judíos expulsados tras el Decreto de la Alhambra firmado por los Reyes Católicos, podían obtener la nacionalidad española. Me respondió afirmativamente. Sin embargo, tuvo a bien detallarme que, tras haberse informado sobre el tema, decidió desistir debido a lo engorroso de los trámites que incluía el proceso y a la carestía del mismo. Había optado, sin embargo, por naturalizarse portugués, ya que al parecer los trámites que preveía un decreto en el país vecino para que los sefardíes puedan obtener el pasaporte luso son más sencillos que en España. "Aún así, me siento más próximo a España que a Portugal", me matizó.

Debo reconocer que la conversación me dejó intrigado... De este modo, he podido comprobar que, pasados cuatro años desde la promulgación de la Ley 12/2015 que permite a los sefardíes obtener la nacionalidad española en compatibilidad con cualquier otro pasaporte, tan solo unas 6000 personas han querido/podido acogerse a la misma. Huelga decir que la población de origen sefardí se estima en torno a los dos millones de personas. Así las cosas, ¿qué ha sucedido para que esta iniciativa haya fracasado de manera tan estrepitosa? Las respuestas esgrimidas por la mayoría se circunscriben a lo indicado por mi conocido: es un proceso complicado, largo y caro. 

Para acogerse a la ley, cuyo plazo vence el próximo 1 de octubre (aunque posiblemente se extienda un año más), los candidatos deben certificar su origen sefardí mediante la autoridad rabínica pertinente, demostrar el uso del ladino como idioma familiar, presentar una partida de nacimiento o certificado de matrimonio, así como un informe motivado sobre la pertenencia del apellido del candidato al linaje sefardí. Cabe recordar que obtener todos estos documentos no suele ser tarea fácil, máxime si se tienen en cuenta las vicisitudes históricas del pueblo judío, tales como la diáspora o el holocausto. Una vez conseguida toda esta documentación, la misma debe ser traducida y compulsada antes de ser remitida a la Dirección General del Registro y del Notariado.

El siguiente trámite pasa por viajar forzosamente a España y acudir ante el notario asignado. Además, se deben superar sendos exámenes de castellano y de conocimientos constitucionales y socioculturales. Afortunadamente, gracias a un decreto aprobado el año pasado, los mayores de 70 años quedan exentos de tener que realizar estas pruebas. Con todo, el proceso conlleva unos gastos derivados de entre 3000 y 5000 euros, más 100 euros de tasas, que muchos candidatos no pueden permitirse o bien no están dispuestos a pagar. 

En resumidas cuentas, se trata de una auténtica odisea que ha desalentado a miles de potenciales candidatos y que no tiene visos de mejorar, a no ser que el Gobierno se muestre más flexible con los requisitos y los trámites. Al igual que el conocido al que he hecho mención anteriormente, muchos sefardíes han optado por solicitar el pasaporte portugués debido a las mayores facilidades que se dan en Portugal para llevar a cabo el trámite. Sirva de ejemplo que de todos los sefardíes residentes en Turquía que han decidido solicitar una de las dos nacionalidades, dos tercios finalmente se han decantado por la opción portuguesa, mientras que tan solo un tercio ha optado por la nacionalidad española.

Si realmente se quiere reparar al pueblo sefardí, convendría relajar el procedimiento de naturalización. Realizar los trámites a través de los consulados, en lugar de obligar al candidato a venir a España, sería un buen comienzo. Asimismo, resulta absurdo que se pida competencia en lengua española cuando la mayoría de sefardíes desconoce el castellano actual y más aún sus reglas de ortografía; por no hablar de la exigencia de conocimientos políticos y socioculturales de la España de hoy en día, cuando se trata de un pueblo que, por lo general, lleva más de cinco siglos fuera de la península ibérica. ¿Acaso no hay mayor prueba de vinculación con España que la pervivencia misma de una reliquia lingüística como el idioma judeoespañol? El proceso establecido por la Ley 12/2015 no debería ser una carrera de obstáculos con la que disuadir a los eventuales candidatos, sino un trámite más sencillo y racional con el que subsanar, aun de manera simbólica, uno de los mayores errores de la historia de España.

ARTÍCULOS RELACIONADOS:

Comentarios

  1. Este tipo de requerimientos son importantes y pueden perjudicar todo tu viaje, dejándolos en un intento. Si viajas a otra cultura con otra jurisprudencia, ten claro que necesitarás los servicios de una agencia de viajes experimentada.

    ResponderEliminar
  2. Para los viajes internacionales, hay que tener una serie de documentos bien cumplimentados y dispuestos. Es importante no saltarse ninguna indicación y, sobre todo, conocerlas todas. Para viajar tranquilo, lo mejor es apoyarse en una agencia de viajes.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más visto de la semana

Los tres "idiomas" de Bosnia-Herzegovina

Lingüísticamente hablando, como practicamente en todas los aspectos, Bosnia-Herzegovina se encuentra hoy dividida. Sin embargo, la fragmentación lingüística es solamente simbólica. Hasta la desintegración de Yugoslavia a principios de los 90, el serbocroata era una lengua estandarizada con dos variantes (la occidental o croata, y la oriental o serbia) y dos variedades (la hablada en Bosnia-Herzegovina y la hablada en Montenegro). Las variantes contienen muchas palabras exclusivas e inexistentes en la otra, mientras que las variedades toman elementos de ambas variantes. El serbocroata seguramente se habría dividido en croata y serbio mucho antes si no hubiera sido por la situación multiétnica de Bosnia-Herzegovina. La tesis de "una nación, un idioma" no funcionaba en Bosnia ya que los miembros de todas las naciones hablaban la misma variedad de la lengua bosnia. Nadie podía distinguir a un serbobosnio de un bosnio musulmán o croata tan sólo por su manera de hablar. La leng...

La lengua de los reyes de Aragón

Hoy en día hablar de la Corona de Aragón es, por diferentes razones, motivo de encendida polémica. Unos y otros han querido ver en esta figura histórica las justificaciones a sus pretensiones políticas: desde el catalanismo soberanista hasta el españolismo más centralista, pasando por movimientos igualmente asimétricos como el pancatalanismo de algunos sectores políticos de Cataluña y el anticatalanismo, éste último en forma de episodios, más o menos anecdóticos, como el del blaverismo valenciano o el de algunas plataformas aragonesas como No hablamos catalán/No charrem català . Así pues, cualquier aspecto relacionado con dicha unión dinástica, como puedan ser la denominación de la misma, su organización territorial o el idioma que hablaban sus habitantes, puede resultar en la actualidad motivo de afrenta, incluso entre los  más doctos en la materia. La cuestión de fondo, cómo no,  se debe a la pretensión contemporánea de querer hacer política de acontecimientos acaecidos h...

ABBA på Svenska: cuando ABBA cantó en sueco

Quien escribe estas líneas recuerda cómo hace algunos años, leyendo en YouTube los comentarios del videoclip de la canción de ABBA “ No hay a quien culpar ” (versión en español de la original “ When all is said and done ”), se topó con un comentario (en inglés) de un usuario maravillándose por la existencia de una versión en sueco del tema. Obviamente, fueron varias las personas que seguidamente le respondieron que aquello no se trataba de una canción en la lengua nativa del grupo, sino en castellano. Y es que el grupo sueco grabó un total de 15 canciones en español, las cuales componen la recopilación ABBA Oro , en analogía a la versión inglesa ABBA Gold (con un tracklist ligeramente diferente y de 19 temas en total). Así las cosas, el castellano fue el segundo idioma en el que ABBA grabó más canciones, ¿pero cuántos temas cantaron en sueco?  A raíz de las celebraciones que están teniendo lugar este 2024 por el quincuagésimo aniversario de la victoria ABBA en el Festival de Eurov...

Bocaccio, el templo de la Gauche Divine

Estos días puede visitarse en el Palau Robert la exposición Bocaccio - El templo de la Gauche Divine , dedicada a la mítica sala de la zona alta barcelonesa. Sita en los bajos del 505 de la calle Muntaner entre 1967 y 1985, la sala Bocaccio aportó durante gran parte de su existencia un toque de color y transgresión en el anodino gris tardofranquista de la época. La boîte , ideada por Oriol Regàs , ha quedado en el imaginario colectivo de Barcelona como el lugar al que acudía a divertirse la gente bien de izquierdas de la ciudad, colectivo también conocido con el apelativo de  Gauche Divine . Dicho término, acuñado por Joan de Sagarra , fue utilizado por primera vez en un artículo de la revista Tele/eXprés en octubre de 1969 a raíz de la fiesta de presentación de Tusquets Editores, aunque perduraría hasta nuestros días como sinónimo de una Barcelona, a menudo demasiado mitificada, que eclosionó malgré tout a finales del franquismo, e irónicamente empezó a diluirse en el re...

Pilita Corrales, un último adiós a la primorosa flor filipina

Pilita Corrales falleció mientras dormía en su casa de Manila el pasado 12 de abril de 2025, a los 85 años. A raíz de su deceso, los medios filipinos celebraron y homenajearon a la que denominan la “ Asia’s Queen of Songs ”, pero casi nadie recordó o, a lo sumo, pasó de soslayo la vertiente española de su inmenso legado discográfico: una media docena de LPs y sencillos grabados íntegramente en castellano que nunca gozaron de promoción seria ni en Filipinas ni en los países hispanohablantes. Hoy, desde Divagaciones Babélicas, quisiéramos detenernos en esos surcos que cuentan otra biografía posible, menos generalista y más íntima.  María del Pilar Corrales y Garrido nació en 1939 en la ciudad filipina de Cebú , de madre granadina y padre mestizo hispanofilipino, en el seno de una familia acomodada. En aras de enderezarla y separarla de un amor que no contaba con el beneplácito de sus padres, a los 16 años se instaló en Madrid , donde estudió en el Colegio Mayor Padre Poveda. Aquella...